Haciendo ciencia de (a) altísimo nivel

Oct 11, 2023 | News | 0 Comentarios

Tags: ALMA

El llano de Chajnantor es un lugar privilegiado para el mundo astronómico, pero pocos saben cómo es trabajar a esa altitud. Por eso, hemos recibido numerosas visitas de expertos en Hipoxia para determinar el impacto de la falta de oxígeno en el cerebro. La última de dichas visitas ocurrió en agosto recién pasado, cuando cinco investigadores de la Universidad de Calgary observaron en ellos mismos el impacto en la calidad del sueño y en los efectos fisiológicos que conlleva trabajar a 2.900 y 5.050 metros de altitud.
“Muchas organizaciones que trabajan en altura, ya sea escalando, haciendo trekking, minería, u otras cosas hay que explicarles de qué se trata nuestra investigación, pero ALMA ya está investigando sobre este tema, por eso es perfecto”, dice Matiram Pun, uno de los investigadores.
Los estudiantes de doctorado financiados por diferentes instituciones como Brain Create, Alberta Innovates Data-Enabled Award, y los Institutos Canadienses de Investigación Sanitaria, entre otros, se expusieron por primera vez a estas condiciones, por lo que actuaron de “paciente cero”: Se hicieron mediciones antes de subir, luego en OSF, y nuevamente al volver a Santiago.
Fue una visita muy provechosa, porque se enfocó en aspectos prácticos: “Nuestra forma de entender la altura ha cambiado por completo. Esta es nuestra primera experiencia en altitud, por lo que fue muy diferente que leer sobre el tema. Es muy difícil funcionar sin oxígeno en altitud, e incluso a niveles más bajos de oxígeno es muy difícil funcionar en forma normal”, sostiene Shane Magnison-Benoit, investigador de la Universidad de Calgary.
Los investigadores celebraron medidas ya adoptadas por ALMA, tales como realizar turnos semanales, donde se duerme a 2.900 metros, se sube por horas limitadas al AOS, con oxígeno disponible para todos, y se vuelve a bajar para dormir.
De todas formas, recomiendan examinar a todo el personal que suba al AOS, para asegurarse de que se traten otras afecciones previas: “Hay que tener cuidado con la apnea obstructiva del sueño. Si tienes dificultades para respirar por la noche, probablemente sea bueno que busques ayuda médica, porque dormir a 2.900 metros es más intenso que a nivel del mar”, puntualiza Alison Donald, estudiante del doctorado de la Universidad de Calgary..
Como parte de esta memorable visita tuvieron la oportunidad de pernoctar en el AOS, bajo la atenta supervisión de nuestro equipo de Health and Safety: “Es como si estuvieras despierto toda la noche, entrando y saliendo del sueño. Tu cuerpo intenta recuperarse, pero no puede por la falta de oxígeno”, relata Shane.
Una experiencia de investigación única, pero que difícilmente repetirían: “Como científicos, siempre queremos más datos, pero quizá encontremos participantes diferentes”, finaliza Shane entre risas.
Los resultados de esta investigación nos ayudarán a adoptar futuras intervenciones en nuestro programa de salud a fin de mejorar la calidad del sueño de nuestros colaboradores en sus turnos en OSF.
SI TE GUSTÓ ESTE NEWSLETTER, COMENTA AQUÍ ABAJO Y/O MANDA UN SALUDO A QUIENES COMPARTIERON SU TESTIMONIO EN ESTE ARTÍCULO

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post relacionados