Su labor incluye coordinar envíos locales e internacionales, gestionar la recepción de cargas en Santiago y Antofagasta, tramitar documentos ante Aduana y el Ministerio de Relaciones Exteriores, y garantizar que cada pieza, desde una tarjeta electrónica hasta una antena completa, llegue a tiempo y en perfectas condiciones a más de 5.000 metros de altura.

“En un lugar como ALMA, donde el acceso es complejo y el tiempo es clave, nuestro compromiso es asegurar que cada material llegue sin contratiempos. Así garantizamos que la ciencia nunca pare”, afirma Claudia Johnson.
En un entorno desafiante, la logística no es solo mover materiales: es sostener el funcionamiento continuo, optimizar costos, anticipar soluciones y mantener encendida la maquinaria que permite a ALMA seguir explorando el universo.
El impacto en cifras del equipo
Solo en el año 2024 gestionaron 147 operaciones de importación (USD 10.348.337) y 91 operaciones de exportación (USD 2.427.185). Para sostener este movimiento, coordinaron 32 camiones mayores en la ruta Santiago–OSF y 41 camiones menores en Santiago, regiones y Antofagasta, movilizando un volumen total de 372 m³ entre importaciones, exportaciones y compras locales.
Durante el 2025, hasta el mes de julio, ya llevan 110 operaciones de importación (USD 7.522.051) y 73 de exportación (USD 2.847.591), utilizando 19 camiones mayores y 27 menores, con un volumen transportado de 250 m³. Estas cifras reflejan la magnitud del trabajo silencioso pero esencial que sostiene a ALMA día a día.
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