Su presente está en Chile, pero su memoria lo lleva a Estados Unidos. Específicamente, a Socorro, Nuevo México. En ese lugar comenzó la relación de ALMA con Héctor Alarcón, 15 años atrás.
Allí se encontraba probando los prototipos de las antenas en el Atacama Test Facility (ATF), y cuando regresó a Chile fue testigo de los primeros pasos del observatorio: “Cuando volvimos todavía no había mucha infraestructura. Trabajamos en el hangar de Vertex, para verificar las antenas y aprovechar de entrenarnos en la operación”, recuerda nuestro Array Operator Deputy Manager, del departamento de Ciencias.
De esos inicios se desprenden grandes recuerdos, especialmente con sus compañeros de trabajo: “Compartía la casa con Emilio Barrios, quien hasta ahora es mi jefe. Ese tiempo me permitió conocerlo como persona y nos ha servido para tener un ambiente laboral muy relajado y de confianza”, asegura Héctor.
En su memoria también se encuentra el día de la inauguración de ALMA: “Recuerdo el ambiente que había. Nosotros estábamos en la sala de control, súper preocupados de mover las antenas en el momento correcto”, dice.
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Héctor recuerda también otros hitos clave como la llegada de la pandemia, que vivió en San Pedro: “Fueron tiempos muy importantes en lo profesional, pero también personalmente. Fue difícil al principio trabajar desde casa, considerando que siempre que estaba allá, era el tiempo de la familia”, dice.
Y más recientemente, lo marcó el ciberataque que sufrimos a finales del año pasado. “Fue un desafío como grupo operar en esas circunstancias. Nos tocó ir al OSF y recordar los turnos que hacía allá, ver a los colegas fue bonito. Es bueno saber que dejamos buenos recuerdos”, sostiene.
Ha sido más de una década desde que se sumó al observatorio y en el transcurso ha vivido en San Pedro, criado a sus hijos y formado una familia.
Una evolución que también ha visto en nuestra organización: “ALMA ha cambiado sobre todo desde la manera en que se trata el recurso humano. La evolución hacia preocuparse por la persona, tener los valores y la visión del observatorio es algo que no puedo dejar de destacar”, finaliza Héctor.
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Grande Héctor!!! Gran relato y cuántas experiencias en estos años!! Que sean muchos más, llenos de descubrimientos!!