

Si Francisco pudiera hablarle a su yo antes de ser padre le diría: “No temas, no es tan complicado, sólo debes ser ordenado y perseverante”. Palabras de sabiduría que pronuncia tras vivir la experiencia, aunque hasta el día de hoy le sorprende que “el tiempo pasa muy rápido y tus hijos bebés cambian día a día por lo que ningún día es igual al otro”. Por eso aconseja: “Atesora eso y obsérvalos cada vez que puedas”.
”Ser papá es una bendición. Es un camino de mucho aprendizaje, porque uno también debe adaptarse y ser ‘la mejor versión de uno mismo’ para poder transmitir los mejores valores y conocimientos posibles a tus niños. Es un esfuerzo permanente, pero basta con ver a tu hijo o hija decir ‘gracias’ a un desconocido o dar el paso a una persona mayor en el ascensor para darte cuenta que tan mal no lo puedes estar haciendo”, asegura José Luis.


Confiesa que su mayor miedo es no estar presente para compartir algunas de sus mejores experiencias, pero lo ve con optimismo. “Si bien será muchas veces difícil debido a la distancia, cuento con el apoyo fundamental de mi equipo de trabajo, y por sobre todas las cosas el de mi esposa Lucía, quien es la luz que guía nuestro humilde hogar”, asegura.




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