En ALMA los practicantes hacen sus propios descubrimientos. Seis jóvenes encontraron cómo aportar con su práctica profesional al observatorio más grande del mundo. Francisco Ortiz, Valentina Rodríguez, Camilo González, Matías Ávila y Luciana Fuenzalida han puesto su granito de arena, ya sea en el desierto de Atacama o desde Santiago.
Para Francisco Ortiz, simplemente esta experiencia lo trajo a uno de sus lugares favoritos: “Vi la oportunidad de hacer mi práctica en el observatorio más grande del mundo”. Actualmente, el estudiante de Ingeniería Civil Mecánica de la Universidad del Bío-Bío, es parte del equipo ADE-AMG. “Nosotros revisamos las labores que tenemos día a día para el mantenimiento preventivo o correctivo de las antenas”, relata mientras camina por las instalaciones de ALMA.
Valentina Rodriguez Tuvo esa misma conexión. Un día paseaba con su familia por afuera de la oficina de Santiago y convencida les dijo: “Quiero hacer mi práctica acá, y así fue”. Hoy, ella se desempeña en ADC-SW en el proyecto Antenna Deploy Helper. “Mi granito de arena está en la automatización”, cuenta desde el OSF la estudiante de Licenciatura en Ciencia de la Computación/Analista en Computación Científica en la USACH.
Mientras que en la isla de Chiloé creció un joven que buscaba asociar su carrera a los orígenes cósmicos. Para Camilo González, su práctica profesional en Safety ha sido una experiencia única. “Acá trabajo en el Departamento de Seguridad, que también está a cargo de la inspección del medioambiente”, añade el estudiante de Ingeniería Ambiental en la Universidad de Concepción.
Granitos de arena en la capital
Y desde Santiago, dos jóvenes están inmersos en EPO para aportar con innovación. Uno de ellos es Matías Ávila, estudiante de Periodismo en la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Su contribución consiste “en mejorar el sistema de búsqueda de la página web. Estoy implementando inteligencia artificial”, explica.
Por otro lado, su compañera Luciana Fuenzalida está orgullosa por aceptar el desafío de ir más allá: “Perdí el miedo al ensayo y error”. La estudiante de Diseño e Interacción Digital en la UDD especifica su aporte: “He ayudado con la página web de ALMA Kids en sus cuatro idiomas”.


Un cálido clima
Pese a que sus áreas son diversas, los seis practicantes coinciden en la calidez humana que caracteriza a ALMA.
Palabras como escucha, respeto, comunidad, disposición a enseñar y amabilidad se repiten entre las sensaciones que Francisco, Valentina, Dante, Camilo, Matías y Luciana han recibido al poner su granito de arena en el radiotelescopio más grande del mundo.
“¡Muchas gracias a ALMA por darme esta oportunidad!”, finaliza el futuro ingeniero Francisco Ortiz.
Que buen video de nuestros practicantes! Gracias Loading x montarlo y gracias a nuestros practicantes de este verano 2024!