La ruta del agua en ALMA: cada gota cuenta

Dic 29, 2025 | News | 0 Comentarios

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En el desierto más árido del mundo, el agua es un recurso crítico. En ALMA, cada gota tiene un recorrido largo y cuidadosamente planificado, desde su origen hasta su reutilización. Detrás de este proceso está el equipo liderado por Donald Tait, Contracts and Facilities Grup (CFG) Manager, junto a un supervisor por turno, Pablo Pistoia y Alfredo Krainquienes aseguran que el suministro funcione día a día.

“Nuestro gran desafío es encontrar el balance entre el agua que realmente necesitamos para operar y usar lo mínimo posible”, explica Donald.

Un viaje diario de 30.000 litros

El agua potable que utiliza ALMA proviene del Comité de Agua Potable Rural y Alcantarillado de San Pedro de Atacama cuya prioridad son las comunidades locales. Por ello, ALMA puede retirar hasta dos camiones diarios..

Cada camión transporta 30 metros cúbicos de agua (30.000 litros) desde San Pedro de Atacama hasta el OSF, recorriendo cerca de 30 kilómetros.. Esa cantidad de agua equivale aproximadamente a 200 duchas de 5 minutos o a una piscina doméstica pequeña.

El viaje completo toma cerca de tres horas, considerando ida, llenado y regreso con una carga cercana 30 toneladas, lo que reduce la velocidad de los camiones. Todo el proceso —agua, combustible, arriendo del camión y conductor— implica un costo cercano a 25 millones de pesos mensuales..

“No es solo el agua: traerla hasta acá requiere tiempo, combustible y una logística muy precisa” , señala Donald.

Consumo responsable, incluso en los días de mayor demanda

El consumo de agua en el OSF es bastante constante, con un ideal de 60 metros cúbicos diarios, equivalente a dos camionesEl agua se almacena en dos estanques de 250 metros cúbicos conectados a los edificios de ALMA.

Existen, eso sí, peaks de consumo que se notan especialmente en los cambios de turno en que se multiplican las duchas. “Es en esos momentos donde pequeñas acciones, como acortar una ducha, pueden marcar una gran diferencia”, comenta Donald.

Reutilizar para reducir el impacto

Tras su uso, el agua pasa a una piscina donde es tratada y luego reutilizada. Al mezclarse con salmuera se emplea para regar los caminos del observatorio, manteniéndolos firmes y evitando levantar polvo. Este sistema reemplaza el asfaltado, lo que reduce el impacto ambiental y permite dar una segunda vida al recurso.

Gracias a este proceso, cerca del 70% del agua potable se reutiliza. El resto se evapora o se infiltra naturalmente en el suelo.

Detectar fugas y crear conciencia

El sistema cuenta con medidores de flujo que permiten detectar fugas a tiempo y evitar pérdidas innecesarias. Cuando se registran consumos inusuales, el equipo analiza los datos para identificar si se trata de una falla técnica o de una conducta que puede corregirse.

Mirando al futuro, uno de los desafíos es recuperar un tercer estanque actualmente en desuso, lo que permitiría almacenar agua para riego, áreas verdes o situaciones de emergencia.

Pero el reto más importante es cultural: “El mayor desafío es crear una cultura de cuidado del agua: ser conscientes, modestos y responsables con nuestro consumo”, concluye Donald.

Recuerda:
  • Evitar duchas largas
  • No dejar llaves corriendo
  • Reportar fugas lo antes posible
  • Reutilizar el agua siempre que sea posible

En ALMA, cada gota cuenta. Cuidarla es una forma concreta de aportar a la sostenibilidad del observatorio y al cuidado de nuestro entorno.

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