Era como cualquier día de verano en la playa. La familia almorzaba en su departamento, en un comedor que miraba hacia la terraza. Empezaron a hablar del universo, y con el pasar de los minutos, sobre la existencia de extraterrestres y ovnis que pudieran estar viviendo entre nosotros.
Catalina tenía solo diez años y no recuerda los detalles de esa conversación. Pero lo que nunca se le ha olvidado es cómo, de pronto, sintió un ruido proveniente de la terraza… Todos se levantaron de sus asientos, y el terror llenó la cara de Catalina cuando vio a un ser de color amarillo, con algo que parecía ser una pistola gigante… ¡Los estaban invadiendo los extraterrestres!
Una escena digna de una película futurista que encontró una explicación doméstica: estaban por pintar el edificio de la playa, pero primero necesitaban limpiarlo con agua a presión. Así, el terrorífico extraterrestre resultó ser una persona vestida con un traje de agua color amarillo, y la pistola, una manguera gigante.
Han pasado varios años desde que Catalina Margulis no tenía un encuentro tan cercano con el espacio como aquella tarde de verano, pero cuando vio una vacante de Corporate Secretary con nosotros no lo pensó dos veces: “Encontré tan fascinante la misión y el trabajo de ALMA, y por otro lado, consideré que esta era una oportunidad que se da pocas veces en la vida, así que decidí postular”.
Esta mujer, abogada y santiaguina, ha tenido un largo recorrido profesional antes de llegar a nuestro observatorio. Por ocho años trabajó en el Banco Central de Chile, relacionándose con personas y áreas de ingeniería y de tecnología. En ese tiempo también vivió en Estados Unidos para desempeñarse en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esa experiencia fue clave pues debió asesorar y negociar con directorios de entidades públicas de distintos países en la definición de políticas y materias legales, por lo que le tocó trabajar y relacionarse con autoridades locales de diversas naciones. Gracias a ello pudo desarrollar habilidades muy útiles en el rol que ahora asume: “Estoy segura que puedo aportar a ALMA desde esa experiencia internacional”, afirma Catalina.
Pero no todo es trabajo para Catalina. Además de ser una apasionada de la lectura, coleccionar imanes de distintos países, y compartir con su familia y amigos, tiene otros proyectos en mente, como retomar Bikram Yoga: una práctica que se hace, ¡a 42 grados de temperatura!
“Quiero que sepan que estoy muy contenta de unirme al proyecto ALMA y que quiero conocerlos a todos durante mis primeros meses para así ir generando espacios de confianza mutua”.
El espacio es todo tuyo. ¡Bienvenida, Catalina!
¡Bienvenida, Catalina! Vamos a tener muchas reuniones de Board en el futuro en las que negociar muchas cosas, ¡así que nos vendrá bien tu experiencia!
Bienvenida Catalina!!